biografía

Teófilo Vargas Candia

Músico y Compositor

 

Teófilo Vargas Candia

por Pentagrama del Recuerdo

La cultura musical en Bolivia, al igual que en otros países de América, ha contado con estudiosos que se han preocupado por conocer su origen y los cambios que ha experimentado a lo largo del tiempo. Estos estudiosos han buscado una mayor identificación con las tradiciones y costumbres de cada región geográficamente definida, considerando la diversidad cultural y étnica del país.

Uno de los más destacados cultores y pedagogos de la música en Bolivia fue el Maestro Teófilo Vargas Candia, nacido el 3 de noviembre de 1866 en Quillacollo, Cochabamba. Desde temprana edad, reveló su talento musical y fue llevado por sus padres a cantar en el coro de un grupo de niños en el templo. Pasaba horas escuchando a su padre tocar diferentes instrumentos y disfrutaba de la hermosa voz de su madre.

A los once años, sus padres lo internaron en la casa del Canónigo Mardoñez para recibir las primeras lecciones de música, las cuales asimilaba con facilidad sorprendente. Debido a sus excepcionales aptitudes vocales, fue recomendado para cantar en el coro de la Catedral como tiple. En 1879, durante el inicio de la Guerra del Pacífico, todas las actividades artísticas en la Catedral cesaron, pero el joven Vargas, quien había memorizado los pasajes de los actos solemnes de la Semana Santa y la Navidad, continuó cantando junto al organista.

A los dieciséis años, Teófilo Vargas compuso su primera obra para piano y violín titulada «19 de Agosto», dedicada a su benefactor, Monseñor Francisco María del Granado. Guiado por el consejo del Obispo, quien valoraba su capacidad creativa y su deseo de profundizar en el conocimiento musical, se dedicó con tesón a escribir la Historia Nacional de la Música. Posteriormente, publicó el primer tomo de su obra «Aires Nacionales de Bolivia» en la Casa Amarilla de Santiago de Chile. En este tomo, analizó los instrumentos típicos indígenas, describió escalas y su nomenclatura, y detalló la música criolla nacional y su armonización.

Teófilo Vargas no solo se destacó como compositor, sino también como director de coros y orquestas. En 1905, fundó la «Escuela Musical», que posteriormente se convirtió en el «Conservatorio Musical Cochabamba», donde se impartía enseñanza gratuita de teoría musical y ejecución de varios instrumentos. En reconocimiento a su trabajo, en 1957, el conservatorio cambió su nombre a «Conservatorio Musical Teófilo Vargas».

Entre las obras más destacadas de Vargas se encuentran los Melodramas «Aroma» y «Coronilla», con libretos escritos por Manuel Paz Arauco, que rinden homenaje a la Gesta Heroica del 14 de septiembre de 1810 y a la Heroica Acción de la Mujer Cochabambina. También compuso villancicos, música religiosa, oberturas, preludios, poemas sinfónicos, música popular, canciones escolares, marchas e himnos. 

Teófilo Vargas compuso más de doscientas obras de villancicos, entre las cuales se destacan «Pastorcitos del Valle», «Campanitas de Belén» y «Niño del Cielo». Estas canciones se han convertido en parte del repertorio tradicional de las festividades navideñas en Bolivia.

Además de su trabajo como compositor y pedagogo, Teófilo Vargas también fue reconocido por su labor como investigador y recolector de música folklórica boliviana. Realizó numerosas expediciones a diferentes regiones de Bolivia para recopilar y documentar melodías, ritmos y canciones tradicionales. Su objetivo era preservar y difundir el patrimonio musical del país.

La influencia de Teófilo Vargas en la música boliviana ha sido significativa. Sus composiciones y su dedicación a la investigación y enseñanza de la música han dejado un legado importante en el desarrollo y promoción de la cultura musical en Bolivia. Su trabajo ha sido reconocido y valorado tanto a nivel nacional como internacional.

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Alfredo Solíz Béjar
Director y Conductor
Pentagrama del Recuerdo.com