Tarateño Rojas

Rigoberto Rojas Suárez, reconocido cantante y compositor, nació en 1921 en Tarata, un pequeño pueblo del departamento de Cochabamba, Bolivia. Desde temprana edad, mostró interés por la música y aprendió a cantar y tocar varios instrumentos de viento y cuerda. A pesar de esto, su padre, consciente de las dificultades de la vida de músico, insistió en que estudiara una carrera universitaria, por lo que ingresó a la Facultad de Arquitectura y cursó dos años. Sin embargo, decidió abandonar sus estudios y dedicarse por completo a la música.

Rigoberto Rojas dominaba varios instrumentos, incluyendo el piano, el violín, el contrabajo y otros instrumentos típicos. Inició su carrera profesional en Santiago de Chile en 1940 y más tarde se unió a la compañía de Joaquín Pérez, con la cual recorrió varios países de América.

Al regresar a Bolivia, se estableció en Buenos Aires, donde se presentó en diferentes escenarios antes de unirse a la compañía teatral de Francisco Lomuto. Viajó a Europa, visitando las principales capitales del viejo continente, donde dio a conocer la música boliviana y las características de nuestros instrumentos. Rigoberto Rojas fue uno de los primeros artistas bolivianos que interpretaba y difundía nuestros aires nacionales. Estaba casado con la señora Leonor Tapia y tuvieron tres hijos, quienes también incursionaron en el arte bajo el nombre de «Las Tarateñitas». El hijo menor, conocido como «Malambo Rojas», también se destacó en el ámbito artístico.

Rigoberto Rojas fue autor de numerosas obras musicales y colaboró con destacados poetas argentinos y bolivianos en la creación de canciones. Algunas de sus obras más recordadas y escuchadas son «Señor Levudo», «Carnaval Alegre» y el conocido «Sucu Sucu», que también fue el título de una obra del músico cubano Eliseo Grenet y se popularizó como un género bailable hacia 1927.

Después de vivir durante más de cinco décadas, Rigoberto Rojas Suárez, conocido como «El Tarateño Rojas», falleció en Buenos Aires el martes 7 de agosto de 2001 debido a una enfermedad que padecía desde 1999. Dejó a su esposa Leonor Tapia, de nacionalidad boliviana, y a sus tres hijos, Cecilia, Victoria y Adolfo, nacidos en Buenos Aires.

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Alfredo Solíz Béjar
Director y Conductor
Pentagrama del Recuerdo.com