biografía

 Gilberto Rojas Enriquez

Músico y Compositor

 

Gilberto Rojas Enriquez

por Pentagrama del Recuerdo

Gilberto Rojas Enríquez, músico y compositor, nació el 10 de marzo de 1916 en Oruro, Bolivia. Era hijo de Juan Rojas e Irene Enríquez. Desde muy joven, Gilberto mostró un gran talento musical. A los tres años de edad, empezó a tocar el charango y combinaba los sonidos de manera muy agradable, lo que llamó la atención de sus familiares y marcó el comienzo de su vida artística.

Durante su infancia, Gilberto escuchaba las lecciones de piano que le daba su madre y pasaba largas horas practicando y creando acordes. Tenía una sorprendente memoria musical y podía repetir cualquier fragmento musical que escuchaba. A medida que crecía, su interés por la música se intensificaba. En 1927, sus padres decidieron que estudiara música después de que superara las enseñanzas de su madre.

Gilberto se dedicó al estudio de la música y se convirtió en pianista en varias emisoras de la ciudad de La Paz, acompañando a cantantes. Durante esta época, empezaron a surgir las primeras composiciones inspiradas en su propia creatividad. Su primera composición fue el vals «Dios te guarde madrecita» en 1937, cuando tenía 21 años. Luego compuso el conocido vals «Bajo el cielo de Vallegrande», con letra de la profesora Elena Cabrera, como un homenaje a su tierra natal.

Gilberto Rojas se casó con Carlota Foppino Villablanca en 1942 y tuvieron dos hijos: Ana María y Gilberto. Sin embargo, el matrimonio terminó en 1946. Durante su carrera, Gilberto Rojas visitó las ciudades de Santa Cruz y Beni, donde descubrió el ritmo autóctono del taquirari. Se sintió inspirado por la pureza y melodía de esta música y comenzó a componer taquiraris como «Negrita», «Tiqui Miniqui» y «Dame un besito». Su obra más conocida en este estilo es «Viva Santa Cruz», que fue interpretada por primera vez el 24 de enero de 1954 en el Paraninfo Universitario de la Universidad Técnica de Oruro.

Además de su carrera como músico, Gilberto Rojas también fue profesor de educación musical en varios establecimientos educativos de Bolivia, como el Instituto Americano, el Instituto Don Bosco y la Universidad Tupac Katari. También llevó el folklore boliviano a Estados Unidos en 1967, donde actuó junto a la cantante norteamericana Margaret Morris.

A lo largo de su vida, Gilberto Rojas recibió numerosos reconocimientos y condecoraciones por sus obras musicales. Fue galardonado con la Orden del Cóndor de los Andes en 1956 y recibió la condecoración del Club de Leones de Santa Cruz por su obra «Viva Santa Cruz». En total, compuso más de 300 obras musicales, que incluyen taquiraris, carnavales, cuecas y bailecitos, entre otros.

Gilberto Rojas falleció el 21 de marzo de 1983 a los 67 años. Su muerte fue lamentada por toda la comunidad musical y se le rindieron homenajes póstumos.

Sus restos fueron velados en la Casa de la Cultura durante tres días y recibieron el último adiós de la ciudadanía, acompañados por bandas musicales que interpretaron sus obras. Gilberto Rojas Enríquez descansa bajo la sombra de un pino en el Cementerio General de la ciudad de La Paz.

La vida y obra de Gilberto Rojas dejaron un legado importante en la música boliviana. Fue un destacado compositor y músico que contribuyó al enriquecimiento del folklore nacional. Sus composiciones, especialmente en el género del taquirari, continúan siendo interpretadas y apreciadas hasta el día de hoy. Su pasión y talento dejaron una huella imborrable en la historia musical de Bolivia.

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Alfredo Solíz Béjar
Director y Conductor
Pentagrama del Recuerdo.com