Carmelo Guzmán y Guzmán

Carmelo Guzmán, un apasionado cantautor, nació el 29 de julio de 1935 en Trinidad, la capital del departamento del Beni. Desde temprana edad, su entorno rodeado de exuberante vegetación y hermosas mujeres que paseaban por las noches calurosas y románticas, despertó en él una profunda sensibilidad artística. En las reuniones con amigos, siempre había una guitarra presente, desencadenando en él la necesidad de entrelazar versos con melodías, creando hermosas inspiraciones que resonaban bajo la luz de la luna.

Este ambiente propició la transformación de Carmelo Guzmán en un talentoso compositor, quien más tarde desempeñaría el rol de profesor de música en varios establecimientos educativos. Su pasión por la enseñanza lo llevó a orientar e incentivar a jóvenes talentosos en la formación de diversos grupos regionales.

Su carrera artística dio inicio cuando fundó el grupo musical «Mojos» en 1945, dedicado a interpretar canciones populares de la región. Este grupo sentó las bases para la creación de «Los Carlos» en 1959, conformado por Carmelo Guzmán, Alfredo Aukel, Carlos Parada y José Luis Maesse. Fue con este conjunto que llevaron al disco el popular vals «El Cazador», una recopilación en letra y música de Carmelo Guzmán, y también presentaron su taquirari «El buricero». Posteriormente, Carmelo organizó el reconocido cuarteto «Los Taitas» junto a Silvio Tanaka, Alfredo Aukel y Rolando Virguez, a quienes se unieron José Luis Maesse y Carlos Parada Rea.

En la década de los 80, después de la partida de sus fundadores, el cuarteto estuvo conformado por los talentosos artistas Alfredo Aukel Gil, Hugo Mercado Mojica, José Sixto Hernández Aguilera y Oscar Rivero Aramayo. Mantuvieron viva la expresión artística del Beni y continuaron el legado musical de Carmelo Guzmán.

Dedicado inicialmente al magisterio, Carmelo se volcó por completo a componer taquiraris, carnavales y chovenas, dejando un legado de obras como «Llévame al río Mamoré», «Cantando al amor», «Cerquita al Palmar», «Flor Moxeña», «Chiriperono», «Chope fiesta», «Chovena Beniana», «Camba Taitetú», «Me dijiste que sí», «Lo he visto yo», «Noches de amor», el bolero «Llanto de amor», el vals «Corazón de Madre», entre muchas otras. El prestigio de su arte trascendió las fronteras de Bolivia cuando visitó la ciudad de México, donde realizó destacadas presentaciones.

Carmelo Guzmán fue un inquieto impulsor de las manifestaciones artísticas, un ejemplar docente de música y un fiel embajador de la preservación de las raíces de los géneros musicales del oriente. Lamentablemente, después de luchar contra una enfermedad, falleció el miércoles 7 de julio de 2004, dejando un legado imborrable en la historia de la música beniana y boliviana en general. Su partida dejó un vacío en la escena musical, pero su legado perdura en la memoria de quienes aprecian y aman la riqueza cultural de su tierra natal. Carmelo Guzmán será recordado como un talentoso cantautor, un maestro generoso y un defensor incansable de la identidad musical del oriente boliviano.

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Alfredo Solíz Béjar
Director y Conductor
Pentagrama del Recuerdo.com