Apolinar Camacho Orellana

Apolinar Camacho, reconocido músico y compositor, nació el 5 de enero de 1917 en Uyuni, Potosí. Desde temprana edad, mostró una inclinación por la música y aprendió a tocar instrumentos de cuerda y viento, guiado por su padre, quien también era músico. Su padre lo llevó a estudiar al Conservatorio de Música, donde aprendió las lecciones elementales de piano y pudo dar rienda suelta a su imaginación inspirada para componer su primera obra, la cueca «Mi flor», que fue armonizada y escrita en partitura musical por el reconocido compositor Adrián Patiño.

Más tarde, por razones de salud, Camacho Orellana se estableció en la ciudad de La Paz, donde trabajaba como contador en una reconocida empresa. A pesar de las dificultades económicas y las penas personales, la música nunca fue excluida de la vida de este músico por vocación, ya que para él «la música es la terapia del alma» y el alimento que nutre su espíritu, permitiendo que los sentimientos reprimidos se conviertan en obras que el pueblo canta. Una de sus contribuciones más destacadas es la siguiente obra musical:

«La Historia de la Cueca a Bolivia» (Viva mi patria Bolivia): En 1933, Apolinar Camacho compuso una melodía en ritmo de cueca titulada «A Bolivia», con una letra que constaba de dos estrofas, una de las cuales se repetía. Años más tarde, el maestro conoció al poeta salvadoreño Ricardo Cabrera, quien actuaba como cantante en la radio Illimani, donde Camacho era el coordinador musical y pianista. Camacho le presentó la cueca para que la interpretara, y después de ensayarla, Cabrera le pidió agregar una segunda estrofa como agradecimiento al país que lo acogía. La cueca se estrenó en una audición radial y posteriormente fue grabada en disco por el dúo «Las Kantutas» en el sello Odeón de Argentina en 1946, con el acompañamiento del maestro Gilberto Rojas y su conjunto.

Esta cueca cayó en el olvido hasta 1963, cuando el equipo de fútbol de Bolivia ganó el Campeonato Sudamericano. En ese momento, el pueblo cambió su nombre por «Viva mi Patria Bolivia». En 1969, el poeta salvadoreño Ricardo Cabrera, quien residía en Lima, cedió sus derechos de autor sobre la cueca al Estado Boliviano a través de una carta dirigida al encargado de negocios de Bolivia en Perú. Con el tiempo y debido a la popularidad de esta cueca, se convirtió en el segundo himno de Bolivia y en símbolo de triunfo y unidad nacional.

Entre las principales distinciones que recibió Apolinar Camacho se encuentran la condecoración «Bandera de Oro», la medalla «Vicenta Juariste Eguino», el diploma del Instituto Boliviano de Cultura, el Disco de Plata del Sello Lauro y otros reconocimientos. En ocasión de celebrar sus 87 años, fue invitado al programa de radio «Pentagrama del Recuerdo» para una entrevista, donde se registró su último saludo y se tomó la última fotografía del compositor uyunense, Apolinar Camacho falleció en la ciudad de La Paz el día jueves 4 de abril de 2002. A lo largo de su vida, dejó un legado invaluable en la música boliviana y fue reconocido por sus contribuciones al folclore nacional. Su obra «Viva mi Patria Bolivia» se convirtió en un himno popular que resalta el amor y el orgullo por la patria.

La música de Apolinar Camacho trascendió fronteras y se hizo querida en todo el país. Su talento y dedicación al arte musical dejaron una huella imborrable en la cultura boliviana. A través de sus composiciones, Apolinar Camacho logró capturar la esencia del pueblo boliviano y transmitir sus emociones a través de melodías y letras cautivadoras.

Hasta el día de hoy, el legado de Apolinar Camacho perdura, y su contribución a la música y la cultura de Bolivia es recordada y valorada. Sus composiciones continúan siendo interpretadas y disfrutadas por generaciones, manteniendo viva su memoria y su legado como uno de los grandes músicos y compositores de Bolivia.

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Alfredo Solíz Béjar
Director y Conductor
Pentagrama del Recuerdo.com