Alfredo Dominguez Romero

Alfredo Domínguez, un talentoso músico, poeta y pintor, nació el 9 de julio de 1938 en la localidad de Tupiza, en el departamento de Potosí, Bolivia. Proveniente de una familia humilde, desde temprana edad mostró inclinación hacia la pintura y la música, complementando su arte con la poesía. Su primer maestro de guitarra fue el profesor Adalberto Barrientos, mientras que en el arte de la pintura y el grabado se perfeccionó en diferentes centros culturales. Posteriormente, trabajó como dibujante en el periódico «La Nación» de la ciudad de La Paz, donde realizaba caricaturas, bocetos e ilustraciones para numerosos artículos.

Gracias a una beca obtenida, Alfredo tuvo la oportunidad de viajar a Europa y establecerse en Ginebra, Suiza, donde perfeccionó su técnica en pintura, grabado y música. Su talento destacó en el centro genebrino de grabado, convirtiéndose en un reconocido concertista de guitarra. Además, se unió al famoso conjunto boliviano «Los Jairas», integrado por Edgar Yayo Jofre, Ernesto Cavour, Gilbert Lafabre y Julio Godoy. Juntos realizaron importantes conciertos de música boliviana en destacados escenarios de América y Europa, donde Alfredo Domínguez también exponía sus dibujos, pinturas y grabados.

Muchas de sus obras musicales están estrechamente relacionadas con su trabajo pictórico, como por ejemplo «Vida, Pasión y Muerte de Juan Cutipa», «Muerte del Indio», «Agonía del Ave», «Rosendo Villegas Velarde» y «Añoranzas», entre otras.

En cuanto a sus composiciones musicales, Alfredo Domínguez creó diversas obras en tonadas, canciones, villancicos y cuecas, reflejando en sus letras los acontecimientos políticos, sociales y costumbristas de varias regiones de Bolivia. Estas composiciones quedaron plasmadas en varios discos y también fueron utilizadas como música de fondo en algunas películas.

Alfredo Domínguez fue un artista que supo crear su propio estilo en el arte de la pintura, la ejecución de la guitarra e incluso en su propia voz al cantar. Su legado perdura en la memoria de los bolivianos y su influencia se ve reflejada en la Escuela de Bellas Artes «Alfredo Domínguez» y en un Centro Folklórico en la ciudad de La Paz, donde su nombre se mantiene imperecedero.

Lamentablemente, este talentoso artista boliviano falleció el 28 de enero de 1980 en Ginebra, Suiza. Sus restos fueron trasladados a su amada tierra natal, Tupiza, donde su pueblo le rindió varios homenajes en reconocimiento a su contribución al arte y la cultura.

Cualquier copia del material en su totalidad o de manera parcial esta permitida, siempre y cuando se haga mención a la fuente.
Alfredo Solíz Béjar
Director y Conductor
Pentagrama del Recuerdo.com